Ana I. Pérez Campos
En un momento en el que la Europa de los
veintisiete trata de configurar su futuro, el fortalecimiento de la dimensión
social se constituye en una prioridad clave para la Comisión Europea; todo ello
con el fin de animar a los países de la UE a desarrollar una economía de
mercado competitiva y capaz de lograr el progreso social y el pleno empleo.
En sintonía con el Libro Blanco sobre el futuro
de Europa, la Comisión adquirió el compromiso de seguir contribuyendo a la
consecución de la denominada dimensión social europea y presentó, el pasado abril, una Recomendación
sobre el pilar europeo de derechos sociales. El pilar establece
veinte principios y derechos fundamentales para apoyar mercados laborales y
sistemas de bienestar justos y eficaces, así como para lograr mejores
condiciones de vida y trabajo. Estaría concebido, principalmente, para la zona
del euro, pero también prevé su aplicación a todos los Estados miembros de la
UE que deseen participar en él. [Recomendación
2017/761 de la Comisión, de 26 de abril de 2017 sobre el pilar europeo de
derechos sociales (DOUE 29 de abril de 2017)].
Los principios y derechos incluidos en el pilar requerirán de nuevas
iniciativas legislativas que sean efectivas, así como la revisión y actualización
de las existentes; entre ellas, destaca la propuesta sobre equilibrio entre la vida
personal y familiar con el trabajo, así como la información de los
trabajadores, acceso a la protección social y sobre tiempo de trabajo.
La propuesta
sobre la conciliación de la vida familiar y profesional establece una
serie de normas mínimas, nuevas o ampliadas, sobre permiso parental, de
paternidad y para los cuidadores. Entre otros aspectos, incluye el derecho a
que los padres dispongan, al menos, de 10 días hábiles de permiso por
paternidad. El permiso parental también se convierte en un derecho individual,
sin que sea posible transferir cuatro meses al otro progenitor. Se introduce un
permiso de cinco días al año para cuidadores, en caso de enfermedad o
dependencia de un familiar directo. Todas estas modalidades de permiso
relacionadas con la familia serán remuneradas, al menos, al nivel del subsidio
de enfermedad [Comunicación
de la Comisión al Parlamento Europeo, al Consejo, al Comité Económico y Social
europeo y al Comité de las regiones de 26 de abril de 2017, una iniciativa para
promover la conciliación de la vida familiar y la vida profesional de los
progenitores y los cuidadores. COM(2017) 252 final] .
Al margen de esta propuesta
legislativa, la Comisión también ha puesto en marcha la modernización de la normativa sobre contratos laborales y
otra sobre el acceso universal a la protección social. Del 26 de abril al 23 de
junio de 2017, ha transcurrido una primera fase de consultas y hasta el 3 de noviembre,
se desarrolla la segunda fase de la consulta, donde los interlocutores sociales
pueden exponer sus puntos de vista sobre la actualización de las normas
relativas a los contratos laborales [Consultation document Second phase consultation of
Social Partners under Article 154 TFEU on a possible revision of the Written
Statement Directive (Directive 91/533/EEC) in the framework of the European
Pillar of Social Rights Brussels, de 21 de septiembre de 2017. SWD(2017) 301
final].
Por otra parte,
la Comisión Europea va a iniciar una consulta con los interlocutores sociales
sobre el acceso a la protección social, para analizar la viabilidad de
nuevas propuestas normativas en este ámbito. Los derechos y deberes en materia
de protección social, desarrollados a lo largo del tiempo, han tenido como
destinatarios, casi exclusivamente, a trabajadores que tienen un contrato de
trabajo común u ordinario. Por el contrario, la regulación ha sido insuficiente
para los autónomos y a aquellos con modalidades de trabajo atípicas. Las
modalidades de trabajo más flexibles ofrecen nuevas oportunidades de empleo,
especialmente para los jóvenes, pero son potencialmente fuentes de nuevas
situaciones de precariedad y desigualdades. La Comisión quiere subsanar las
carencias y explorar la manera de ofrecer a todos aquellos que trabajan una
cobertura de la seguridad social y servicios de empleo con arreglo a sus
contribuciones.
Por último, la
Comisión Europea ha propuesto la aclaración de la Directiva sobre el tiempo
de trabajo, en concreto, sobre
cómo interpretar diversos aspectos de la citada
norma comunitaria, por el volumen creciente de jurisprudencia surgida al
respecto. Entre otros aspectos, delimita que se considera o no tiempo de
trabajo efectivo, clarifica las definiciones relativas a tiempo de descanso
diario, pausas durante el trabajo y descanso semanal; todo ello, sin olvidar la
posibilidad de compensación financiera en concepto de
vacaciones anuales retribuidas al término de la relación laboral. [Comunicación
interpretativa sobre la Directiva 2003/88/CE del Parlamento Europeo y del
Consejo, relativa a determinados aspectos de la ordenación del tiempo de
trabajo 2017/C 165/01 (DOUE C 165/01, 24.5.2017)].
Siguiendo la hoja de ruta propuesta en el programa de
trabajo de la Comisión para 2017, está aún pendiente la proclamación
conjunta, -por el Parlamento, el Consejo y la Comisión-, del pilar europeo de
derechos sociales, que previsiblemente tendrá lugar en la cumbre social de
Gotemburgo, que se celebrará el próximo 17 de noviembre de 2017. El Presidente de la Comisión Europea,
en su discurso sobre el estado de la Unión, de 13 de septiembre de 2017, ha confirmado el compromiso de
la Comisión con el progreso del pilar, como medio esencial “para evitar una fragmentación social y el dumping social en Europa”.
En consecuencia, habrá que
esperar. El propósito es
loable, las dificultades vendrán cuando se concrete en cómo llevarlo a cabo.
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